Menière’s disease: attack-like rotational vertigo

La enfermedad de Menière se presenta con un vértigo rotatorio repetitivo que provoca náuseas y se acompaña de hipoacusia en un oído y acúfenos (ruido de baja frecuencia en el oído) o sensación de ocupación en los oídos.

Menière’s disease: attack-like rotational vertigo

Cuando hay correlación cronológica entre estos tres síntomas —el término técnico es "tríada clásica"– el médico puede diagnosticar la enfermedad de Menière con certeza. Las crisis normalmente desaparecen al cabo de pocas horas, pero obligan al paciente a permanecer en la cama durante ese tiempo.

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Las causas de la enfermedad de Menière

Según los últimos descubrimientos científicos, la causa de la enfermedad de Menière es un funcionamiento deficiente del oído interno, como resultado de la acumulación de líquido en la cóclea y el sistema vestibular. El oído interno, responsable del sentido del oído y del equilibrio, está compuesto por un sistema muy complejo de conductos. Este sistema de conductos contiene dos líquidos: la endolinfa y la perilinfa. Ambos son importantes para el funcionamiento correcto del oído interno y, en el caso de la enfermedad de Menière, se acumula un exceso de endolinfa hasta ahora inexplicable. Este exceso aumenta la presión en el oído interno y luego causa desgarros en la llamada membrana de Reissner, una membrana celular fina situada dentro de la cóclea. Muchos médicos consideran que la ruptura de esta membrana y el cambio de presión resultante son la causa de la enfermedad de Menière y sus síntomas típicos.

¿Cómo se trata la enfermedad de Menière?

Aunque en casos extremos vale la pena plantearse operar el saco endolinfático, normalmente el tratamiento de la enfermedad de Menière es puramente sintomático. Vertigoheel es especialmente apto para casos agudos. Los ejercicios para el vértigo disponibles para su descarga también pueden contribuir a aliviar las crisis de vértigo derivadas de la enfermedad de Menière. Afortunadamente, cambiar de estilo de vida puede ayudarle a llevar una vida tranquila, a pesar de la enfermedad de Menière, y a minimizar las posibilidades de una crisis. Integrar el deporte y otras actividades en su rutina diaria debe ser parte de este nuevo estilo de vida. Asimismo, se deberán evitar los factores negativos como el estrés, la nicotina y el alcohol.